martes, 1 de octubre de 2013

Una realidad.

Es tal y como ayer imaginé que sería, solo que hoy quedo sin palabras. Estoy desnudo ante la locura que invadió mi corazón cuando la historia tocó mi ser, cuando tus ojos me enseñaron el más allá.

Fueron tantas noches tan solo, entre paños fríos y con aquellas luces que desde lejos me veían, fueron tantas noches sin ti, escribiendo como sería vivirte, como sería crear mi futuro a tu lado, escribir mi historia de la mano contigo, fueron tantas noches hasta que llegaste a mi corazón.

Por noches rezaba y soñaba con este momento. Tener una foto tuya puesta junto a mi cama, ver tu rostro mientras me perdía en el camino, creo escucharte a lo lejos y me parte el alma saber que estás tan lejos.

Por muchas noches juraba amarte, por muchas noches imaginaba como sería crecer a tu lado, pasar años junto a ti, perderme en tu mirada mientras reías y me veías con ternura. Mi mirada se perdía pensando en mi vida a tu lado, soñaba en volar a nuevos aires a tu lado, en esos años eras solo un anhelo.

Pero luego sucedió, llegaste, entraste en mi vida y hoy simplemente quiero volver a mi sueño, a tenerte a mi lado. Me fui acostumbrando cada día más a tener a mi sueño a mi lado, me fui acostumbrando a tocar tu piel a mi lado cada día, cada noche, cada amanecer.

Llegaste y cambiaste mi vida, hoy ya no es un sueño, es una realidad. No existe sueño más anhelado en mi vida que estar a tu lado, que tocar tu piel cada mañana y hacerte sentir en paz. Trato de convencerme que esto es realidad, llevo años viviendo en un sueño a tu lado. Intento detener el tiempo para que lo nuestro sea eterno.

Me ahoga la soledad de no tenerte a mi lado. Después de compartir tus manos y tus pensamientos mientras uníamos nuestros cuerpos en pasión. Quiero tomarte fuerte de las manos, escaparme a tu lado a perdernos en el universo, perdernos en una noche de pasión y locura, dejar atrás todo aquello que nos afecta, quien nos daña, quiero vivir a tu lado y simplemente crear nuestra vida, nuestro mundo en donde solo haya espacio para ti y para mí, ambos como uno solo.

La verdad, no sé qué decirte. La verdad solo sé amarte, solo quiero amarte, solo pienso en amarte, solo vivo para amarte, solo te amo, nada más importa. Nadie importa, nada importa, solo tú, yo y nuestro mundo.

Ámame, ámame como si hoy fuera el día de mi muerte, porque muerto vivo al no poder vivir a tu lado, al no verte a mi lado cada mañana. Ámame, piérdete conmigo, piérdete conmigo y dile adiós al mundo, adiós a la pena que afligía mi alma.