martes, 17 de octubre de 2017
El Hueco
¿Lugares? Ya he viajado, casi que anualmente salgo del pais 1 o 2 veces.
¿Cosas? Ya tengo mas del o que necesito. Por eso te digo, mas alla de ella, nada del mundo me interesa.
Y ese es el hueco.
El hueco no es estar enojado con el mundo. El hueco es perder la magia. Cuando perdes la magia, mas alla del enojo y la tristeza quedas en un hueco. Y ahí honestamente te sientes listo para irte a otra etapa, y cuando ya pensas en otra vida, en otra etapa, es cuando perdes el miedo a morir. Y es ahí en donde todo se vuelve mas peligroso. Es ahí en donde todo se vuelve facil. Es ahí en donde estoy ahorita pero jamas lo voy a hacer por ella. Porque soy un gran papa y eso la arruinaria a ella.
Yo le mentí. Le mentí a la única persona que en este mundo nunca me decepcionó. Y es que ese es mi gran error, esperar mucho de las personas. En un mundo que es sumamente egoísta, poco solidario, narcisista, egocentrico, consumista, falso, superficial. Un mundo que vive en la mentira, en la destrucción de los demás.
Si, le mentí a esa persona, a mi ángel de la guarda. Le mentí en el último momento de su vida. Le mentí durante 22 días a la persona que nunca me mintió en vida y me amó incondicionalmente.
Le mentí, le dije que todo estaría bien pero no. Todo estaría mal. Todo iba a ser destruido y mi vida cambiada totalmente.
Y a pesar de que en mi vida he cometido errores, destruido personas, la única persona a la que realmente nunca le hice daño y nunca pude darle lo que merecía era ella. Le mentí.
Pero no viejita, nada esta bien después de que te fuiste. Te fuiste y el mundo cambió. Quedé solo completamente. Quedé solo, sin padre, sin familia real.
Inmediatamente después de tu muerte tuve que levantar la cara y ser papa, y ser pareja y motivar a esa persona. No tuve tiempo para el duelo. No pude darme el chance de sentirte, de llorarte, de caer en un duelo.
Me fui muriendo poco a poco. Y hoy estoy muerto. No siento nada. No siento amor.
No estoy triste. No estoy molesto. La mitad de la familia me traicionó. Quién se suponía estaría ahí, no lo estuvo. Estuvo solo para destruir y hasta el día de hoy es así.
No tengo papá, no existe, no le importa. No tiene cara para darmela después de tantas agresiones y de seguirme destruyendo. No existe.
No hay una autoridad moral a quién pueda recurrir yo. No hay nadie. No hay amigos que quieran enforcarse en esto. Todos quienes me tendieron la mano luego me clavaron un cuchillo. Quienes me dijeron "TE AMO", me mataron lentamente con sus traiciones y su desinterés.
No es fácil afrontar que después de que te fuiste, mi vida cayó en una total destrucción. No es fácil ver a todos volverse con cuchillos o ni siquiera volverse. O gente que estuvo ahí hipocritamente en su momento se volvió a destruir.
Me hubiera gustado que vieras todo lo que cambio con tu partida.
Y aún así, años después, siguen destruyendolo a uno. Años después tu propia sangre me quiere arruinar. Años despues al otro pobre diablo no le importa ser abuelo, o ser papá.
Al menos te diste cuenta al final que tu sangre no valía todo lo que pensaste una vida que valía.
Luego de tu partida soy papá. Espero poder darle todo a ella en un futuro. Aprendí de ti como ser un buen padre. No pude ser buena pareja porque morí y me traicionaron. Y al final de la vida, la gente hace eso. Siempre traiciona.
Lo unico que logro hacer es adaptarme a entornos que son cambiantes y van cambiando después de cada traición.
Estoy harto. Cansado. Pero aquí sigo en pie. No me queda de otra. Por ella mi vida. Por el mundo, mi partida.
domingo, 16 de julio de 2017
Bases, errores y perdones.
No pense que te fueras a ir y ahorita con lagrimas en los ojos lo digo. Te extraño. Extraño lo bueno que tuvimos. Cuando eran risas y cariños. Lo siento.
Realmente lamento no haberte dado lo que esperabas de la vida y haberte hecho perder tu ilusión, tu vida, tu tiempo. Creo que si te lo hubiera dado, lo que deseabas, tal vez me hubieras dado lo que mi vida quería. Me diste mucho. Te di mucho.
Mi corazon se siente fuertemente al pensar que no fue suficiente. Y aunque sé que ya no hay alguna esperanza de recuperar lo que tuvimos, lamento haberte fallado como hombre, como pareja. Lo siento. Ambos fallamos y solo hablo lo que siento por mi cuerpo.
Lamento haberte dañado. Lamento haberte quitado la vida, el aire. Lamento no haber cumplido mi promesa en hacerte feliz. Lo siento, me he acostumbrado a fallarle a la gente que mas amo. Lamento no haber sido quién esperabas.
Espero en algún momento de esta vida o de la otra, pueda al menos sentir un abrazo de quien aún considero parte fundamental de mi vida, de quién aún extraño y aún amo. Espero verte en esta vida y en la proxima.
miércoles, 5 de julio de 2017
Realidad de la Generación Basura
Es realmente impactante como la generación que me comparte edad, vive para dejar un legado de egolatría y egocentrismo. Una generación que vive por sus sueños propios pensando que son los mas especiales de la historia, sin analizar mas allá de su propio cerebro que el resto de sus compañeros de edad también comparten esos sueños.
No son tan especiales como se creen. No son tan especiales como se ven en el espejo al despertar. No son tan dichosos como creen, o tal vez si lo son, al tenerlo todo a su alcance sin el mayor esfuerzo real.
Y es aquí en donde despierto del sueño y me doy cuenta que soy parte de una generación egolatra que vive una visión de mundo en donde se llenan sus caprichos, pero no las necesidades de los de más. En donde solo sus experiencias importan, a costa de lo que sea, sin importar nada, no son parte de nada mayor, de nada más grande.
Cparichos llamados sueños. Egolatría como centro de vida. Egocentrismo como modo de vida. Detestable momento de la historia. Detestable legado que dejará una generación con un cerebro vacío, que no ha vivido por mucho, ni luchado por algo, que no es parte de nada mayor.
Gustos, caprichos. No interesa. La burbuja estalló y nos ha tirado en un mundo que parece no valer la pena mirar.
Un mundo en donde se prefiere un capricho a ayudar a alguien a formar su vida, un mundo en donde se prefiere lo material a ver pequeños pasos y primeras palabras.
NO se a que punto ha llegado la sociedad en comparar a un animal con ropa con un niño con un futuro brillante que puede ser forjado para ello. No se a que punto llegamos al siquiera considerar una analogía inteligente referirse a una mascota como a un hijo.
Ya poco nos importa formar parte de algo mayor que los sueños de cada cabeza. Creo que me equivoqué de generación. Me equivoqué al pensar tanto. Me equivoqué de fecha de nacimiento. Me equivoqué de momento.
Nací en un mundo desleal, egoísta y sin humildad.
domingo, 25 de junio de 2017
Corta, basura y cruda realidad
Existe un aroma que todo lo rodea, no lo veo, pero lo siento. Ese aroma que dejaste en mi mundo. He cerrado la vista y mis ojos para no afrontar una cruda realidad, pero el aire de cristal sigue a mi alrededor.
En una esquina de mi mente, hay un avión estrellado, un sueño entregado a la roca. Está perdido en un abismo tan grande que abraza un pasado y destruye un futuro. Hay una mano que se tiende pero no alcanza a tomarla.
Ya no está ahí, ya no estoy aquí. Y es cuando recuerdo que dicen que el silencio, ese que mi mente escucha con solo caer las hojas de aquellos arboles con esas rafagas de viento, ese silencio es nuestra forma mas elocuente de mentir. Nuestra forma mas simple de no aceptarlo, o al menos eso quiere mi mente. Desechar la idea de que ya no me extrañas y ya no me amas. Ya no me quieres. Me miento, te mientes.
En mi mente habita tu silencio, en tu mente habito yo. Estuve yo. Ahora no lo sé. Siempre queda un poco de dolor. Siempre queda el sentimiento de un abrazo, la mirada de una sonrisa, el sentimiento de su piel. Pero cuesta ya recordar, cuesta ya ver y sentir memorias. Cuesta pensar alguna vez en tí.
Ahora estoy aquí escribiendo. Vivivendo los recuerdos, la ilusión de un amor fallido, de un sueño dañado, de un sueño olvidado. En mi silencio habita tu olor. Nunca lo olvidaré. En tus ojos habita tu dolor, es notable. O al menos eso quisiera sentir, quisiera saber.
Le dije al aire que te busqué, te sentí, te pensé. Una parte pequeña de mi mente aún te espera cansada y a oscuras. Pero otra parte ha empezado a aceptar que todo fue un sueño, todo fue una ilusión, nada fue nunca real.
O al menos asi debo verlo, debo verlo y lo veo cuando te analizo. Cuando analizo que me pones en peligro. Que llevas el peligro a casa. Debo analizarlo así cuando aceptó que ya no te importé. Que dejaste en la basura todo lo que intenté hacer. Todo lo que intenté hacerte vivir. Tu progreso, tu vida.
Nos dejaste en la basura. Esto es un proceso de aceptación porque ahora no te mando ni besos de agua. No te mando besos. Lo hice. Pero ya no. Ya no pude hacerlo más.
lunes, 19 de junio de 2017
Para ella, mi viejita.
Aún vives en mi mente al menos. Aún cierro los ojos y siento tus abrazos o me quedo en silencio y escucho tus risas. En cada esquina, recuerdos de tu vida. En cada esquina, tu sonrisa y esa felicidad innata.
A veces bajo en silencio a tu cuarto, me siento en tu cama, miro por la ventana esperando verte llegar a casa. Aquel sueño de verme entrar a casa con mi hija de la mano no llegó, no llegará. Tal vez si me has visto llegar con ella alzada. Tal vez tu si me puedas ver.
Y debo admitirlo, es curioso pensarte. He aceptado el hecho de que no volverás. He aceptado tu partida, nuestra despedida. He perdonado mis errores, mis faltas y las tuyas.
Por años intenté prepararme para el momento en el cual cerraste tus ojos. Fueron casi 5 largos años en los cuales supe en todo momento que ese instante, esa tragedia a mi vida sucedería y, a pesar de que intenté prepararme, me golpeo el alma, me destruyo por meses, me quito mis ganas de vivir por instante. Me dejó solo de rodillas pizoteado ante el mundo, sin fuerzas, sin inspiración, sin alma.
Y es que desde niño siempre lo fuiste todo. Fuiste amor puro, el mas puro y bello amor de madre que haya visto en mi vida. Fuiste protección, la guía, seguridad, sabiduría,... Lo fuiste todo.
Fuiste mi mayor bendición, fuiste el regalo de Dios a un niño a quién la vida le había abandonado. Fuiste mi salvación, mi futuro. Una mano solidaria, una mano de amor desinteresado. Eso fuiste. Fuiste amor puro, un ángel.
No puedo expresar de otra forma lo que fuiste cuando me miraste en aquel albergue y te tome de tu dedo con mi mano. Desde ahí lo fuiste todo para mi. Desde ese momento empecé a vivir y dejé de morir. Fuiste mi soporte, mi camino. Fui tu inspiración pero tu me salvaste, me cuidaste y me amaste hasta el último hasta luego que nos dimos ese viernes a las 5:20am. La última vez que te vi viva.
En su momento estuve muy molesto. No podía entender como otras personas que nos habían hecho daño aún estaban vivas y tu no. No lo entendía. No entiendo realmente cual fue el proposito de esto. No entendí porqué te fuiste y 10 días despues me daba cuenta que sería papá.
Dios. Como deseaba compartir eso contigo. Como deseaba que vieras tus nietos correr por la casa, por el patio, ver a tus nietos en tus brazos. Sé que anhelabas ese momento. Sin embargo, te fuiste, y 10 días después tuve la sopresa. 10 días. Y eso tampoco lo entendí.
Claro, en su momento pensaste que me dejabas en las manos de una mujer. Lo que no sabías, es que quién sería mi soporte luego tu partida, sería esa pequeña mujer que ya crecía dentro de alguien más. Era, y és, esa pequeña mujer quién hoy me da inspiración para vivir.
En su momento, no entendí como Dios no te había dado la oportunidad de saber que serías abuela, que no me dejarías solo. Pero luego comprendí que te hubiera sido aún mas difícil decir adiós viendo a tu nieta crecer. Creo que tal vez omitir esa parte fue aún mas fácil.
Dios actúa de formas que aún no logro comprender. Eso es algo que siempre decías. En su momento, en su forma. Pero debo admitir, que he madurado mucho con todo esto. Soy un hombre de quién sé que estarías orgulloso.
He aceptado la vida. El camino que dió. He aceptado que el amor de una madre no tiene comparación pero el amor de ser padre, de ver a Luciana crecer es algo tan mágico e inspirador que al menos comprendo una pequeña parte de tu amor por mí. Sigo aprendiendo de tu legado. De tus enseñanzas.
Debo admitir que aún no me logro recuperar al 100%. Ya no estoy en depresión y lo sé, te mentí. Te mentí al decirte todos esos días que estaría bien, que no lloraría, que no me deprimiría, que todo seguiría normal. No cumplí mi promesa. No pude hacerlo. No había forma de pasar por tal tragedia sin deprimirme, sin llorarte, sin sufrirte, sin perder mi magia.
No había forma de pensar que no había pasado nada, cuando en realidad mi vida se derrumbó y quede solo ante el mundo. Sin tu guía, sin tus consejos, sin tu sabiduría, sin tu apoyo. Quedé solo. Todo cambió, la familia, mi vida, mi inspiración, mi magia. Fue difícil.
Tuve miedo durante meses. Miedo por ser padre, miedo por estar solo. Miedo porque sabía que no tendría mas mensajes tuyos a mi celular preguntandome donde estaba o si llegaba en la noche.
No fue fácil. No lo ha sido. Aún no recupero mi magia al 100%. Y sé que por este duelo, algo extenso pero necesario, es que ahora solo tengo una mujer en mi vida, esa única mujer que sabías en tu interior que me cuidaría y sería mi soporte de vida. Tu nieta.
Y lo sabías, sabísa que sería una mujer quién seria mi soporte ante la vida. Lo supiste siempre. Y hoy lo es. Hoy es ella quien le dicta a mi corazón como moverse y a mis ojos donde mirar. Entiendo tu amor por mi al ver mi amor por ella. Entiendo muchas cosas que me dijiste, enseñaste, me diste.
Entiendo muchas de tus enseñanzas y hoy si las pongo en práctica. Fuiste realmente un libro para mí. Fuiste realmente todo para mí. No podía superarte en un año, no podré superarte nunca. Siempre serás fortaleza y sabiduría pero como decias: "Dios todo lo hace perfecto" y hoy lo vivo, lo creo y se lo voy a enseñar a tu nieta.
Fuiste perfecta para mí, espero darle a mi hija la mitad de lo que me diste a mi.
Te amaré por siempre viejita.
Gabriel.
miércoles, 14 de junio de 2017
i m p a c t o
domingo, 21 de mayo de 2017
Carta de Despedida
Naty,
Son las 2:30am y estoy acostado sin poder dormir. La verdad no dejo de dar vueltas con los ojos llorosos de ver como nuestros sentimientos se han ido tornando tan fuertes e impredecibles.
Si, entiendo que he hecho y dicho cosas que no debí haberlo hecho. Pero quién no ha hablado de más estando enojado?
Lo que si te puedo garantizar es algo que te dije multiples veces y que hace exactamente 2 años y 3 meses fue la primera vez que te lo dije: Te amare por siempre como la mujer que conquistó mi vida, que me dio una visión de mundo distinta, que me inspiró a vivir el amor en libertad, la mujer que me dio la mayor bendición que tengo en mi vida y por la cual, siempre le estaré agradecido. Te he dicho que para mi vida no existirá ninguna mujer que pueda llenar tus zapatos en mi vida, en mi corazón y en mi mente a diario.
Yo sé que las cosas no son recuperables. Eso lo sabía inclusive antes de ayer. Pero más allá de seguirme lamentando por ello, prefiero pensar que al menos tengo una amiga al otro lado de este teléfono. Una amiga a quien amo y a quien estimo con mi vida.
Lamento realmente que estemos pasando momentos fuertes y conflictivos pero nuevamente te reitero lo que hace unos días te dije: Yo te pienso apoyar, ayudar y cuidar en todo lo que pueda con tal de tener una relación de paz, armonía y cariño.
Bajo la cabeza por mis errores y lo hago con humildad, pero espero con la frente en alto que también puedas recordar mis aciertos de cuando te hice feliz, aunque haya fallado en el intento de conservarlo.
Y es por esto que siento, es por este amor que con la cabeza baja te pido, con total humildad, que recuerdes esos momentos lindos, esos momentos donde se que dabas tu vida por mi, en donde te hice feliz, en donde te tocaba el corazón. Te pido que recuerdes quien soy, quien he sido y quien eres para mí. Te pido que nos des una oportunidad de poder llevar esta situación catastrófica en paz, con comunicación y con cariño. Porque así te veo yo, así te pienso tratar, como la musa que deje ir y por la cual viviré vacío el resto de mi vida.
Te amare por siempre Naty. Te amare a vos y a la bendición que Dios nos regalo juntos hasta que ya no pueda ver más esta tierra.
Gabo.
domingo, 14 de mayo de 2017
Me enseñaste a amar.
Y es que me enseñaste a amar. Me enseñaste a vivir. A sonreír con felicidad. Fuiste tú quién le dio la verdadera magia a mi vida. Fuiste tú quién me llevo a vivir al borde de la locura.
Lo sé. Creo que te escribo pensando en un castillo que yo mismo he creado. Te escribo pensando en un amor que vivimos y que logra hoy quitarme el sueño.
Claro, a este amor le quito lo negativo. Le quito las discusiones, los problemas, los gritos,... los golpes.
En su momento no sabía manejar esta pasión. Ya esto te lo dije. No supimos. Hoy sé que no podría volver a amarte nuevamente. Sé que nuestro tiempo pasó. La magia se fue para no volver.
Y es que no ha vuelto. Y te miro a la distancia y creo que tal vez tú si has podido volver a nacer. Volver a sentir. Tal vez estos años te ayudaron a crearte de nuevo, renovarte. Yo no, intenté sustituir un amor con otra imagen y no lo logré. No logré amarle como te amé y amo tu recuerdo.
Renovarme. Renovación. No logro sentir algo similar en este momento. La soledad y el tiempo dictarán si en algún momento pueda volver a hacerlo.
Quiero superarte tanto como tu ya me superaste a mí. Quiero olvidarte tanto como ya me olvidaste. Quiero olvidar mi amor por tí. O transformarlo en algo vivo de nuevo. Quiero volver a pintar mi mundo en colores como cuando te bese por primera vez en aquella calle solitaria y oscura.
Quiero amar de nuevo. Quiero sentir esa magia. Quiero sentirme seguro de sonreirle a alguien con honestidad. De decir un verdadero te amo. De sentirlo al decirlo. De sentir mi corazón salir con la primera vez que me toquen la mano. Quiero vivir y amar a otro hombre que me de felicidad como en algún momento lo hiciste tú.
Lo sé, en este momento no te he superado. No he logrado borrarte de mi mente. Aún no. Algún día. Algún día me mirarán con amor, con ternura, con ilusión.
Algún día me daran la mano y sentiré que me inspiran desde el alma. Algún sonreiré al lado de quién me hará feliz por mucho tiempo, el tiempo que nuestros caminos se unan.
Lo sé. Ya estoy describiendo el amor que en algún momento tuvimos pero este será mejor, será nuevo, aprenderé de nuestros errores para darle mi mejor parte. Para aprovechar el amor que en su momento no logré aprovechar, no supe como hacerlo.
Te amaré por siempre. Amaré tu recuerdo, tu olor, tu piel, tu sonrisa, te amaré por siempre. Pero hoy espero dejarte de lado y mirar mi futuro con ansias, con esperanza, con amor que desde ya debo ir construyendo.
domingo, 7 de mayo de 2017
Y es así como empieza el proceso
martes, 2 de mayo de 2017
Sé que no es correcto decirlo.
No es lo correcto decir que me pusiste nervioso apenas ví que querías seguirme, había un interés detras tuyo.
No es lo correcto saber que apenas recibí tu mensaje tuve sorpresa, escalofríos, nervios, nauseas, lloré, reí, todos los sentimientos que durante años en mi cultivaste, los lograste tocar todos en un mismo momento. Solo con el hecho de saber que querías saber de mi.
No es lo correcto decir que hoy más que nunca en el pasado estoy convencido de mi amor por tí, de mi amor por tu sonrisa, por tu vida, por tu piel, por compartir los sueños que tuvimos juntos, la vida que dejamos de lado hace algunos años.
No es lo correcto. Lo sé. No esta bien que te diga que no me importa que alguien mas duerma a tu lado, porque lo mío, esto que siento no es algo físico. Esto va mas allá. Esto es inspiración pura. Esto es esencia. Es vida. Es saber que no supimos manejar la pasión pura que se nos entregó pero esa pasión existió, esa pasión me tiene aquí diciendote que hoy te amo mas que nunca antes.
Y no esta bien, no esta bien decir esto. Tienes pareja. Hace algun tiempo la tenía yo también. Hemos cambiado, no somos los mismos. Es posible que ya no nos queramos como antes. Que la atracción sea distinta. Pero no quiero pensar en eso, solo quiero pensar en como esa foto tuya de una sonrisa logra sacarme lagrimas mientras río en la melancolía.
Sé que hoy no te voy a entregar esto. Tal vez mas adelante. Tal vez nunca lo leas. Tal vez sigas con tu camino por otro lugar y yo agote la inspiración que me das y tal vez eventualmente ya no la tenga. No lo sé. No quiero pensar en ello.
Solo quiero recordar lo que sentí cuando te ví en bicicleta frente a mi sonriendo y gritandole a la vida la felicidad que sentías, la libertad que tenías en ese momento pero que ahí estaba tu seguridad detras, yo.
Solo quiero recordar las experiencias que tuve a tu lado, recordar esos caminos oscuros de vuelta a casa en donde solo te tomaba la pierna con mis manos mientras te veía hasta que me dabas un beso y tranquilizabas que la vida era buena y todo estaría eternamente bien.
Quiero recordar la primer cena que te hice. Quiero recordar cuando hacíamos el amor entre risas y pasión. En aquella cama alta. Mientras me besabas con amor, con pasión. Sentía que mi vida era otra. Me sentía vivo. Me sentía lleno. Te tenía.
Y sé que esto no debería decirlo. Pero no me importa. No me importa ya que nadie entienda este amor que siento por tí. Que entienda como vivo los recuerdos en mi mente. No me importa si tuviera que volver a darle la mano y sin mirar atrás, caminar a otro futuro mejor.
Sé que no esta bien que piense, diga y viva esto. No esta bien para ti, no esta bien para tu pareja. No esta bien para mí. Para mí que ya no te tengo y debo aceptarlo. Debo superarlo. No esta bien pero mi corazón no responde al entorno, responde a aquello mágico que creamos juntos. A la unión de miradas, de nuestra piel.
domingo, 30 de abril de 2017
Siempre esta ese amor de fondo.
Siempre está ese amor de fondo.
Aunque hayan pasado años y relaciones de por medio. Hay un amor que nunca termina. Aunque sea solo una ilusión al final.
Se extrañan los primeros nervios al tocar una mano, que luego le tocaría el corazón a uno.
Es nostalgia. Todos hemos tenido ese amor. No se trata de no haberlo superado, sino de lo apasionado que fue, y esa pasión cuesta recobrarla.
Y después de eso, no volvieron a amar de la misma forma. Es nostalgia por lo que sentí, no por la persona como tal. Por el momento. Por lo que significo. Por lo que la pasión me llevo a hacer en su momento. Por darle la espalda al mundo por darle la mano a él.
Solo el tiempo va a curar eso. No se olvidará. Nunca se olvida. Pero si se cura la separación.
Yo estaba vivo. Escribía. Reía. Tenía una mirada con esperanza. Y todo empezó con una mirada. Esa mirada al final de la mesa, en esa cena al aire libre en una noche nublada. Solo la luz tenue te iluminaba el rostro. Luego de eso, lo único que supe hacer fue salir de ahí y besarte. No supe controlar mi corazón. Contigo nunca supe como hacerlo.
Solo he amado a una persona en mi vida y esa persona fue él. Y no creo que después de tanto él sienta lo mismo. No todos sentimos igual. No todos somos honestos para con lo que sentimos.
Y luego de ello, mi esencia murió. Murió e intenté revivirla bloqueando su muerte, sin darle vida, sin darle espacio, sin darle inspiración. Intenté bloquear su muerte manteniendo mi mente en otro mundo y no en el suyo. He ahí mi gran error: evadir lo que sentía por miedo a sentir.
Que es lo que en este momento necesito: sentir. Sentirle. Sentir su ausencia. Su vida. Sentir mi corazón solo. Sentir el viendo a mi alrededor recorriendo los largos caminos de la vida. Sentirme a mi mismo para luego sentir a alguien más.
Y claro que sí renacerá. Noches cómo está ayudan a sanar y superar. Es cuestión de tiempo y escribir mucho.
Es cuestión de aceptar que mi vida cambió. Que esa pasión no se recupera bloqueando al sentimiento. Al miedo.
Y es que es entre tanta nostalgia que vuelvo a verte en las peleas, que vuelvo a detestar todo es que hiciste, que vuelvo a odiarme por todo lo que te hice. Es en ese momento en el que el sentimiento cambia. Cambia porque si te veo herirme, hacerme sentir dolor.
Y es entonces que logro sacar fuerzas para darme cuenta que no eras lo que pense. Que esto es la nostalgia por lo que pudiste ser, pero que no eras mas que una simple ilusión. Por lo que, al final de la noche, seguiré solo sin la misma personalidad que te caracterizó.
Por lo que sí, extraño los mejores momentos. Las risas, tocar tu piel, besarte, reír juntos, cuando me pediste que nos casaramos aunque no iba a significar nada. Lo sé. Extraño esas cosas, lo bello que significaron para mí. Eso mismo. Esa ilusión. No la persona. Lo confirmo.
Y es aquí donde empieza el sanamiento. El proceso de cicatrizar. Darme cuenta que aunque te ame tanto que le di la espalda al mundo, que deje mi vida por ti, que te daría todo de nuevo, que aunque te amo, no eres para mí. No soy para ti.
Y aunque me duela admitir que aún te amo. Que aún te daría mi último aliento solo con tal de vivir nuevamente esos momentos mágicos y que con la experiencia que tenemos hoy en día pudieramos hacerlos realidad de nuevo. Duele. Duele admitirlo. Me da miedo hacerlo.
Pero lo siento, lo siento en mi corazón. Por estos años lo he sentido y lo he bloqueado y no. No puedo hacerlo más. Te amo. Te amaré por siempre. Amaré tu recuerdo el resto de mi vida. Amaré como me enseñaste a amar y a llorar en una misma relación. Amaré como me enseñaste la inspiración justo antes de pensar que te odiaba. Amaré tu piel y el rozar con ella. Amaré darte la mano mientras manejabas y yo iba a tu lado. Amaré tu corazón, tus risas, tu vida.
Te amaré por siempre pero nuestro amor se dió en un momento no justo. No correcto. No se que hubiera pasado si nos hubieramos conocido en este momento. Con más madurez que siendo un par de niñatos como en ese momento.
No supimos manejar tanta pasión. Tanto amor. Tanta crueldad. Tanta vitalidad. Aún no sabría como hacerlo pero si me quedaron tus enseñanzas. Lo que aprendí de amarte, odiarte, tenerte y perderte.
Siempre me quedarás. Quedarás en mi mente. Pero es hora de sanarte, de hacerte ilusión. De sentirte. De dejarte ir. De dejarte descansar en paz.
Es mi hora, mi momento de sentir. Luego podré amar de nuevo a alguien y que con lo que me enseñaste, saber como realmente amarle cada detalle, cada error, cada cualidad, cada cosa de su vida, de su cuerpo, de mí para con él.
Te amaré por siempre pero ahora te toca descansar...