martes, 17 de octubre de 2017

El Hueco

Por algo siempre lo he dicho que el dinero no compra la felicidad.

¿Lugares? Ya he viajado, casi que anualmente salgo del pais 1 o 2 veces.

¿Cosas? Ya tengo mas del o que necesito. Por eso te digo, mas alla de ella, nada del mundo me interesa.
 Y ese es el hueco.

El hueco no es estar enojado con el mundo. El hueco es perder la magia. Cuando perdes la magia, mas alla del enojo y la tristeza quedas en un hueco. Y ahí honestamente te sientes listo para irte a otra etapa, y cuando ya pensas en otra vida, en otra etapa, es cuando perdes el miedo a morir. Y es ahí en donde todo se vuelve mas peligroso. Es ahí en donde todo se vuelve facil. Es ahí en donde estoy ahorita pero jamas lo voy a hacer por ella. Porque soy un gran papa y eso la arruinaria a ella.

Yo le mentí. Le mentí a la única persona que en este mundo nunca me decepcionó. Y es que ese es mi gran error, esperar mucho de las personas. En un mundo que es sumamente egoísta, poco solidario, narcisista, egocentrico, consumista, falso, superficial. Un mundo que vive en la mentira, en la destrucción de los demás.

Si, le mentí a esa persona, a mi ángel de la guarda. Le mentí en el último momento de su vida. Le mentí durante 22 días a la persona que nunca me mintió en vida y me amó incondicionalmente.

Le mentí, le dije que todo estaría bien pero no. Todo estaría mal. Todo iba a ser destruido y mi vida cambiada totalmente.

Y a pesar de que en mi vida he cometido errores, destruido personas, la única persona a la que realmente nunca le hice daño y nunca pude darle lo que merecía era ella. Le mentí.

Pero no viejita, nada esta bien después de que te fuiste. Te fuiste y el mundo cambió. Quedé solo completamente. Quedé solo, sin padre, sin familia real.

Inmediatamente después de tu muerte tuve que levantar la cara y ser papa, y ser pareja y motivar a esa persona. No tuve tiempo para el duelo. No pude darme el chance de sentirte, de llorarte, de caer en un duelo.

Me fui muriendo poco a poco. Y hoy estoy muerto. No siento nada. No siento amor.
No estoy triste. No estoy molesto. La mitad de la familia me traicionó. Quién se suponía estaría ahí, no lo estuvo. Estuvo solo para destruir y hasta el día de hoy es así.

No tengo papá, no existe, no le importa. No tiene cara para darmela después de tantas agresiones y de seguirme destruyendo. No existe.

No hay una autoridad moral a quién pueda recurrir yo. No hay nadie. No hay amigos que quieran enforcarse en esto. Todos quienes me tendieron la mano luego me clavaron un cuchillo. Quienes me dijeron "TE AMO", me mataron lentamente con sus traiciones y su desinterés.

No es fácil afrontar que después de que te fuiste, mi vida cayó en una total destrucción. No es fácil ver a todos volverse con cuchillos o ni siquiera volverse. O gente que estuvo ahí hipocritamente en su momento se volvió a destruir.

Me hubiera gustado que vieras todo lo que cambio con tu partida.

Y aún así, años después, siguen destruyendolo a uno. Años después tu propia sangre me quiere arruinar. Años despues al otro pobre diablo no le importa ser abuelo, o ser papá.

Al menos te diste cuenta al final que tu sangre no valía todo lo que pensaste una vida que valía.

Luego de tu partida soy papá. Espero poder darle todo a ella en un futuro. Aprendí de ti como ser un buen padre. No pude ser buena pareja porque morí y me traicionaron. Y al final de la vida, la gente hace eso. Siempre traiciona.

Lo unico que logro hacer es adaptarme a entornos que son cambiantes y van cambiando después de cada traición.

Estoy harto. Cansado. Pero aquí sigo en pie. No me queda de otra. Por ella mi vida. Por el mundo, mi partida.