viernes, 6 de diciembre de 2013

Deseo

Yo no sueño con una vida llena de lujos, grandezas y superficialidades como alguna vez lo hice. Hoy sueño con una vida llena de los placeres simples de la vida, llena de amor, llena de tranquilidad y que limpie mi conciencia. Hoy sueño con una vida llena de atardeceres, de paz, de meditación, de vida misma.

He dejado de lado los placeres de la vida mundana para sumarme a aquellos pocos que descubrieron el verdadero sentimiento del viento cuando toca la piel y rodea tu cuerpo. Me he sumado a aquellos que sueñan con paz, con alegría simple y con sonrisas desinteresadas. Hoy no sueño con dinero, lujos y brillantes vidas que no proveen la inspiración que si me da la paz de los simples placeres de la vida.

Sueño con recorrer caminos, con ver sonrisas sinceras y llenas de alegría y vida. Historias que contar, historias de una vida simple, tranquila y llena de amor y sensaciones. Quiero contarle a mis nietos como descubrí el secreto de la vida, o al menos lo intenté. Quiero ver, conocer, sentir, comer, amar, vivir.

 Quiero vivir, quiero reír, quiero sentir. Quiero paz. Quiero amor. Quiero vistas que me inspiren. Quiero caminar. Quiero sentir el viento a mí alrededor, abrazando mi cuerpo, mi vida. Quiero aventuras, quiero tranquilidad, quiero seguir mi corazón, quiero reír desinteresadamente.

Hoy solo quiero manejar por las llanuras de mi tierra, con la ventana abierta, mi sombrero puesto y con tus ojos a mi lado.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

No he muerto, estoy vivo.


Ha pasado ya mucho tiempo desde que logré despedirme de aquellos árboles cansados que con sus altas y tupidas ramas y hojas tapaban la luz de llegar a mi vida. Ya hace mucho logré despedirme de aquellos truenos y de aquella oscuridad que cubría mi ser.

Hoy camino, en una primavera adelantada, por un campo lleno de flores, por un campo con un viento fuerte que me recuerda lo que era sentir antes de mi muerte inspiracional. Hoy camino por esa ladera, con mis ojos mirando el futuro, mirando mis deseos y es ahí donde entras tú.

En cada paso que doy, en cada esquina, en cada plano, en cada vista, ahí estás tu. Está tu rostro, está tu sonrisa dibujada y tus ojos mirándome desde el cielo azul. Estás tú hablándome, riendo conmigo, viendome a mi lado como ya varias veces he tenido el honor de verte, de sentirte, de tocarte, de quererte.

Hace mucho dejé de sentir, y pensaba que nunca más iba a suceder mientras vivía en la oscuridad bajo esos árboles cansados fue entonces cuando te descubrí, descubrí mi deseo materializado en tí. No hay excusas para mentir, por tu mirada siento inspiración y tocar tu piel es mi nueva adicción.

No se cuando durará este sentimiento, simplemente lo disfruto mientras pasa sin preocuparme por un futuro distante, comunicando todo y simplemente, disfrutando verte a los ojos mientras vuelvo a inspirarme.



miércoles, 27 de noviembre de 2013

El porqué renuncié a mi vida como la conocía.

En los siguientes párrafos detallaré las razones por las cuales renuncie al modelo de “éxito” que se me planteó desde niño mediante una sociedad exclusiva en donde el dinero, el nivel académico, las posesiones materiales terrenales y el egoísmo viven en una eterna competencia y lucha contra quienes nos acompañan el día a día.

Claramente mientras escribo esto sé que los cuestionamientos mediante pensamientos hipócritas, no directos y a mis espaldas llegarán. No obstante, es por ello que intentaré poner en papel las razones por las cuales dejó de lado mis sueños en su modelo de “éxito”:

1. He pasado muchas cosas en mi corta vida, muchas cosas que van desde mi adopción hasta el cáncer de mi madre. He pasado muchas cosas que me han enseñado con fuertes lecciones que la razón por la cuál estoy, al menos yo, en este mundo es para ser feliz, para sonreír, para inspirarme, para vivir, para respirar la libertad del viento que a lo lejos veo acariciar a las montañas.

2. Basándome en el primer punto puedo evidenciar que no quiero vivir mi vida en una oficina de un banco ganando millones por mes pero sin poco tiempo y espacio para ver a mi familia. Puedo evidenciar que mi inspiración surge por cosas que no son materiales, sino por el sentimiento de volar por el aire en un cable, de mirar a los ojos a esa persona que mueve montañas en mi interior mientras conduzco por los caminos de mi país. Puedo evidenciar que aunque si pienso prepararme para ser profesional en varias carreras, como hasta hoy lo he hecho, no pienso entregarle mi intelecto y mi inspiración a un oficio que sea solo de éxito para aquellos cerrados de mente que buscan lo vacío que yo simplemente no quise obtener.


3. De igual forma, basándome en el primer punto pienso que la vida es muy corta para vivir según lo que otros esperan que yo haga. Esperando vivir toda mi vida siguiendo estatutos clásicos que definen la felicidad y el éxito mientras mi cuerpo lentamente se pudre en la inmensidad de una sociedad excluyente y egoísta. No, no quiero esperar a que un cáncer llegue a mi vida para darme cuenta que no logré disfrutarla como mi corazón realmente deseaba. Salir corriendo bajo la lluvia, ver un atardecer acostado al hombro de esa persona que me ame o simplemente sentir el viento. Soy feliz recorriendo mi país, soy feliz comiendo en un banco de madera de un mercado municipal, soy feliz hablando, razonando, criticando y siendo criticado. Soy feliz recorriendo los caminos de la vida y no simplemente un bar y un mall cada fin de semana. No, para mí hay más.

4. Soy un alma rebelde. Nunca pude quedarme tranquilo en una iglesia, nunca pude dejar de criticar al sistema cuando logre ser un tanto analítico. Lo admito, soy un matón y simplemente no puedo callar cuando sé que algo anda mal. Y algo anda mal en este momento, en este mundo. Por mucho tiempo pensé que la famosa “exclusividad” era lo que necesitaba para ser feliz, que comprar comprar ropa de cientos de dólares me haría feliz y que tener ese estilo de vida era mi objetivo en la vida. No pude estar más equivocado.

5. Creo que la “humildad” se me subió a la cabeza y tantas idas al mar llenaron mis neuronas de sal por lo que no puedo pensar con claridad. Si es eso, pues que bien que sucedió porque ya no quiero dinero. No quiero dinero que esclaviza mi alma, mi espíritu y me aparte de mi familia. Para muchos es importante, y lo respeto completamente. No para mí. Ya no es importante el “éxito” que pueda forjar frente a aquellos a quienes les vendo mi intelecto. Sino que mi éxito está en ver una sonrisa de mi madre, en ver una sonrisa mía en el espejo del carro o simplemente está en sentarme a escribir con un paisaje inspirador frente a mí.

Tengo muchas más. Sin embargo creo que la lectura se puede hacer pesada para muchos quienes para este momento ya han cerrado la ventana.

Con esto no rechazó mi deseo de explorar una tercera carrera universitaria y en un futuro explorar posgrados o demás. Simplemente, mi vida se basa en algo simple: He descubierto que los placeres simples de la vida: amor, familia e inspiración. Todo esto lo veo implementado en mi vida en este momento, lo veo porque así fortalezco lo que muchos llaman “valores” aunque ya los hayan perdido. Porque así creo que hago un mundo mejor, un mundo más humano, con más espíritu y sin tanta mediocridad de pensamiento esclavizado. Porque creo que siguiendo estos pasos, cuando esté anciano en una mecedora con una taza de café y un puro en mi mano, viendo a mis nietos o a mis hijos o simplemente mirando el horizonte frente a mí, me sentiré bien de haber logrado vivir a como mi corazón pedía.


Con esto recalco que no pretendo criticar a nadie ni destruir sus sueños. Simplemente fue así como mi corazón me dijo que esta bien no ser un exitoso empresario siempre y cuando al final de mi vida pueda ser feliz y haber hecho felices a quienes me rodearon en el trayecto.

martes, 1 de octubre de 2013

Una realidad.

Es tal y como ayer imaginé que sería, solo que hoy quedo sin palabras. Estoy desnudo ante la locura que invadió mi corazón cuando la historia tocó mi ser, cuando tus ojos me enseñaron el más allá.

Fueron tantas noches tan solo, entre paños fríos y con aquellas luces que desde lejos me veían, fueron tantas noches sin ti, escribiendo como sería vivirte, como sería crear mi futuro a tu lado, escribir mi historia de la mano contigo, fueron tantas noches hasta que llegaste a mi corazón.

Por noches rezaba y soñaba con este momento. Tener una foto tuya puesta junto a mi cama, ver tu rostro mientras me perdía en el camino, creo escucharte a lo lejos y me parte el alma saber que estás tan lejos.

Por muchas noches juraba amarte, por muchas noches imaginaba como sería crecer a tu lado, pasar años junto a ti, perderme en tu mirada mientras reías y me veías con ternura. Mi mirada se perdía pensando en mi vida a tu lado, soñaba en volar a nuevos aires a tu lado, en esos años eras solo un anhelo.

Pero luego sucedió, llegaste, entraste en mi vida y hoy simplemente quiero volver a mi sueño, a tenerte a mi lado. Me fui acostumbrando cada día más a tener a mi sueño a mi lado, me fui acostumbrando a tocar tu piel a mi lado cada día, cada noche, cada amanecer.

Llegaste y cambiaste mi vida, hoy ya no es un sueño, es una realidad. No existe sueño más anhelado en mi vida que estar a tu lado, que tocar tu piel cada mañana y hacerte sentir en paz. Trato de convencerme que esto es realidad, llevo años viviendo en un sueño a tu lado. Intento detener el tiempo para que lo nuestro sea eterno.

Me ahoga la soledad de no tenerte a mi lado. Después de compartir tus manos y tus pensamientos mientras uníamos nuestros cuerpos en pasión. Quiero tomarte fuerte de las manos, escaparme a tu lado a perdernos en el universo, perdernos en una noche de pasión y locura, dejar atrás todo aquello que nos afecta, quien nos daña, quiero vivir a tu lado y simplemente crear nuestra vida, nuestro mundo en donde solo haya espacio para ti y para mí, ambos como uno solo.

La verdad, no sé qué decirte. La verdad solo sé amarte, solo quiero amarte, solo pienso en amarte, solo vivo para amarte, solo te amo, nada más importa. Nadie importa, nada importa, solo tú, yo y nuestro mundo.

Ámame, ámame como si hoy fuera el día de mi muerte, porque muerto vivo al no poder vivir a tu lado, al no verte a mi lado cada mañana. Ámame, piérdete conmigo, piérdete conmigo y dile adiós al mundo, adiós a la pena que afligía mi alma.

domingo, 11 de agosto de 2013

Una noche de fría pasión.

Ha anochecido y la fría brisa trae murmullos de aquellos que me hablan a los lejos. Recuerden que muerto vivo apagado en este vacío inspiracional y desde el balcón de mi cuarto me dedico a mirar por la ventana aquella luces de mi ciudad, imaginando que cerca de alguna me estarás pensando y amando.

Es entonces cuando los murmullos se convierten en recuerdos de lejanía, de silencio, de reclamos hacia mí mismo por no cumplir con lo que quienes amo piden de mí. No se trata de nada fuera de lo normal, se trata de lograr sentir y dejar ese vacío de lado. Mi problema está en no sentir nada.

Es entonces cuando suena esas tonadas de la guitarra que me recuerdan esos momentos en los cuales pasaba mi mano por tu torso desnudo mientras me veías con esa mirada llena de amor e ilusión, llena de vida, llena de una historia por construir. Es entonces cuando logro inspirarme, cuando pienso en tu mirada, en tus ojos, en tu ilusión, en nuestra ilusión juntos.

Si tan solo pudiera pausar el tiempo al momento en el que mi corazón latía tan rápidamente que mis músculos no sabían cómo dejar de temblar ante tus abrazos. Si tan solo pudiera regresar el tiempo para poder volverte a conquistar como en un momento logré hacerlo. Amaría poder compartir mi mente contigo, amaría poder tener a mi lado en este momento.

Me sostienes sin tocarme, manteniéndome en vida con solo mirarme. Es entonces cuando cruzo valles y montañas con tal de al menos verte por minutos sentado a mi lado. Es por ello que amo verte reír, amo verte feliz, amo ver como logro crear una gota de vida en tus ojos y descubrir nuevamente esta ilusión que ambos construimos juntos por meses de apasionado amor.

Como deseo que estuvieras junto a mí. Como deseo sentir tu calor junto a mí en las noches. Como deseo lograr tocar tu torso desnudo, esa piel que son palabras de inspiración, que es tan suave como las telas más finas del universo, solo que esta me inspira.

Es una noche fría, otra solitaria noche fría. Duele saber que estás en tu casa llorando por mi culpa, por mi irreverencia y falta de carisma. Duele saber que estás lejos de mi cuerpo y que mi alma únicamente anhela estar a tu lado para poder vivir. Duele pensar que fui yo quien poco a poco logro alejarte.

Como quien tira de una cuerda que poco a poco se fue rompiendo, así fue que me di cuenta que tus ojos poco a poco los fui cerrando yo mismo. Despacito como cuando tu dormías me gustaba mirarte e imaginar que yo conquistaba tus sueños, tal y como prometí hacerlo. Para mí lo más hermoso era amanecer  junto a tus ojos iluminando el mundo.

Te echo de menos, le digo al aire, al viento que rodea mi cuerpo, ese mismo que tu lograbas calentar todas las noches con esos abrazos que valen para mí más que el oro. Te busco, te siento, te pienso y sé que como tú no hay nadie en este mundo. Nadie me logra inspirar tanto como tú logras cuando te miro a los ojos. Esa mirada de ilusión, de amor puro, de historia moderna.

Yo aquí muero lentamente cada vez que no estás conmigo, con mi cajita de la vida llena de las esperanzas de poder hacerte el hombre más feliz del mundo y no caer en el intento. Tengo necesidad de amarte, oírte, de mirarte. Tengo razones para amarte, tengo mi vida como prueba de ello. Tengo razones de sobra para rogarle al viento que te diga que vuelvas a mi lado aunque sea al menos como una sombra.

Fuiste tú quien me dio a probar la felicidad pura e inspiradora, mi aire huele a ti y cama aun tiene tu gorma grabada encima. Cada esquina de mi mundo tiene un recuerdo tuyo, no hay nada nuevo o nada que quiera compartir con alguien más. Mi cama se hace fría y gigante y en ella me pierdo pensando y recordando aquellos días en los que te besé y abracé lentamente.

Sin notarlo, poco a poco, fuimos escapándonos a nuestro abrazo, perdiendo el calor y la pasión. Te extraño, mi piel extraña tu cuerpo a su lado, tu aroma, tu voz, tus ojos. Extraño que me beses y que con pasión me lleves al cielo. Extraño darte mis palabras que con pasión te entregaba a sentir esa desesperación que hoy tengo porque sea tuyo, al menos un instante más.

Quiero escaparme al fin del mundo contigo, darte aquello que mas amas, darte aquello que más extrañas de mi. Quiero tocarte mil canciones de amor en el piano, quiero ser uno contigo, quiero una vida a tu lado. Estoy destinado a amarte, estoy destinado a escribirte hasta el lecho de mi muerte. Estoy destinado a llevarte en mis brazos hasta el cielo.

Tengo cicatrices por todo el cuero, cicatrices de guerra que tu curaste con tus amor. Es de noche, estoy golpeado por la vida y te necesito en este momento. Mi casa está tan vacía porque tú no estás en ella, así estuvo mi corazón ese tiempo en el que casi nos perdemos.

Sé que alegro tus mañanas, sé que te doy un aliento más para cada día, te que soy tu pasión por la vida, pero tu mi amado, tu eres la vida per sé para mí. Sé que no soy perfecto, hay muchas cosas que hice que desearía no haberlas hecho. Pero por tu amor continuo con la esperanza de aprender, de luchar y de darte lo que mereces.

Solo quiero que sepas que por ti encontré la razón para comenzar a aprender, a luchar y a cambiar, eres la esperanza que el destino quiso poner en mi camino.

lunes, 29 de julio de 2013

Inspiración pura, realmente pura ha vuelto.

Valentía, miedo, algo de orgullo pero sobre todo necesidad fue lo que me hizo llamarte nuevamente. Necesitaba escuchar esa voz que por varios años acompaño mis sueños, mi cama y hacía latir mi corazón tan rápidamente como nada en este mundo. Esa voz. “Aló” –dijiste, mientras mi corazón se detuvo, mientras una inocente sonrisa se dibujaba en mi rostro y mis ojos se llenaron de lagrimas de amor, de calidez, de pasión. Fue entonces cuando todo se detuvo, empecé a temblar, a vivir nuevamente.

Saber que todo había cambiado, que ambos lo sabíamos, pero que aún así nos amábamos por sobre cualquier cosa hizo que yo entrara nuevamente en paz. Te amé en ese momento casi igual a como te he amado durante toda mi vida. Fue entonces cuando simplemente decidí dejar de lado cualquier intromisión y mi alma simplemente anheló amarte nuevamente para que mi corazón tuviera algo más que fríos y solitarios bosques en altas montañas sobre que escribir.

Fue entonces cuando volví a tus brazos. Tomé aire y lentamente abrí la puerta de tu auto para verte sentado allí. Tuve miedo debo admitirlo pero mi corazón sabía exactamente que mi vida está destinada a estar a tu lado. Me senté y te miré. Miré tus ojos perderse en los míos y como simplemente el mundo desapareció y estaba de vuelta en tus brazos. Esa pasión que eriza mis vellos, esa pasión que me hace escribirte, esa pasión que eres tú logrando hacerme llorar, reír y sentirme tranquilo al mismo tiempo. Estaba de vuelta en tus brazos y tú en los míos. Estábamos de vuelta pausando el mundo, dibujándolo a colores y escuchando las simples y bellas tonadas de piano y guitarra que en algún momento me inspiraron.

Algo siempre me hace volver a tu lado. No podría haber recorrido esa carretera sin verte allí sentado besando mi mano mientras conducías al fin del mundo, a una sorpresa que para mí simplemente era verte y tenerte conmigo. Ese primer beso me devolvió la esperanza en que hay algo allá arriba que quiere que yo sea feliz, ese primer beso fue pasión pura, fue vida, fue todo. Quedo sin respiración con solo escribir esto. Sigues logrando crear esa sonrisa inocente, esos ojos llorosos y esa pasión que me hace vivirte en palabras, crearte mi héroe para mi mundo.

Fue entonces cuando entramos en aquel lugar, en la montaña en donde únicamente estábamos tú y yo envueltos por inspiración divina. Sentir esos abrazos que tanto extrañaba, sentir tu cuerpo sosteniéndome en amor, sentir que toda aquella tortura había terminado, sentir que de nuevo eras mío y podía calmar esos sentimientos y podía vivir sin tormentos.

Fue entonces cuando nos besamos acostados, abrazados y amándonos. Fue entonces cuando pude verte directamente a tus ojos y ver que esa sonrisa inocente también estaba en tu rostro, fue cuando miré más allá de tu mirada y me vi contigo en mi presente, en mi futuro, en mi eternidad. Fue entonces cuando te pude ver directamente a los ojos, ver el brillo que había creado en ellos y ver como tu amor era sincero, era pasión, era mí inspiración. Habíamos vuelto a crearla pero esta vez la mantendríamos con vida.

Esa noche volví a ser yo mismo. Esa noche me diste mi escencia de vuelta. Esa noche me diste pasión, vivimos y creamos inspiración. Esa noche fuiste mío y yo fui tuyo. Esa noche creamos un punto en nuestras vidas. Esa noche borramos todo aquello que nos hería para vivir por todo aquello que nos da vida. Esa noche y hasta hoy mi corazón vive por recorrer tu torso desnudo y sentir como me dicta palabras de amor. Tu piel es mi biblia, tus ojos mi futuro, esa sonrisa  mi felicidad y tus brazos mi lugar en este mundo.

No puedo expresarme por completo por eso que siento. No supimos manejar nuestra inmadurez, no supimos ganarle al destino en su momento. Pero hay algo que simplemente nos desea juntos, nos desea creando historia, creando inspiración. Algo siempre me hace volver contigo. No importa que haga, siempre te siento a mi lado. Siempre sé que en las noches me acompañas y que durante el día me piensas.

Simplemente sé que mi lugar es a tu lado. Sé que tendremos la posibilidad de reivindicar esto que sentimos y nos hace vivir con pasión. Sé que poco a poco logramos existir juntos. Sé que lograremos amarnos. Sé que en algún momento te veré de nuevo en mi cama y que en algún momento veré tus ojos viendo el futuro de un niño en tus brazos. Nuestros sueños son los mismos, nuestra pasión e inspiración serán la creación para estos. Te amo, no sé cómo poder vivir sin ti a mi lado. 

domingo, 7 de julio de 2013

Carta al primer amor.

Esto está lejos de ser una carta de odio. Aquí no pretendo tocar temas de odio, de dinero, de bienes materiales, de familia, de ninguna otra cosa que no sea de la relación que tuvimos tu y yo. Con esto tampoco pretendo buscarte de nuevo o sacarte cosas en cara. Con esta carta lo único que pretendo es hacerle saber lo que siento. Sin mas ni menos.

Me siento de vuelta a las frías montañas bajo un bosque de grandes arboles que de lejos se burlan de mi existencia, de mis sentimientos y de que al fin hubo un valiente que logro poner mis rodillas al suelo e hincarme ante mis sentimientos. Eso, eso me enseñaste.

Me enseñaste a amar, a vivir, a reír de verte tirado en mi cama durmiendo y ver como tus ojos se abrían y tu mirada me enseñaba todo un mundo nuevo cada día. Te extraño tanto, extraño esta etapa de amor en la cual éramos solo dos adolescentes corriendo por la ciudad, viéndonos a los ojos y escondiendo nuestro amor para que solo pudiéramos vivirlo tu y yo.

Yo anhelaba conocer el amor, conocer todo lo que podía hacerme escribir por horas y horas, sin dormir y solo pensar en como te amaba, como me llenaste de vida y mi mundo pintaste de colores. Te agradezco, después de todo lo mucho que me hiciste vivir, las muchas risas y abrazos que me diste cuando creía que ya no podía mas. Te agradezco la valentía que me diste de salir corriendo y ser yo mismo olvidando al mundo. Te agradezco que con amor me vieras cada mañana de esos años y con una sonrisa me hicieras saber que ese día sería genial.

Hoy no tengo idea de donde estás o que pasa por tu mente. Me odias, lo sé. Me amas, también lo sé. Me extrañas, eso espero. Espero que aún recuerdes ese atardecer en la playa la primera vez que escapamos y pausamos el tiempo, el mundo no importaba. Tu sonrisa era para mi todo lo que podía pensar.

 Extraño esos buenos momentos, que al menos en mi mente opacan cualquier situación de dolor que hayamos vivido, aunque sé que por eso escribo esto. Comprendo que hoy vives tu vida lejos de mi ser, pero mi mente aún te piensa, aún te ama y te extraña. Extraño tu calor, tus abrazos, tu amor. Extraño poder verte corriendo conmigo detrás de un niño o envejeciendo a mi lado. Nadie nunca me dijo que ese sentimiento, esa ilusión se borraría en un segundo y poco a poco se volvería un cálido recuerdo lleno de nostalgia.

Extraño decir te amo. Extraño besar con amor. Extraño como sostenías mi cuerpo en tus brazos y como nos sumábamos en amor, sin decir nada, sin pensar nada. Extraño perderme en tu cuerpo. Extraño verte reír, esa sonrisa que cautivaba mis entrañas y que hoy extraño. Extraño tomar tu mano bajo la mesa o entre los asientos del cine. Me enseñaste amar.

No se por qué se complicó todo. No se por qué el destino nos impidió amarnos y simplemente decidimos cumplir su deseo, su capricho. Sé que ya todo es imposible, pero mi corazón dicta que te extraña, simplemente eso. Hoy lo único que he logrado concluir es que hoy y por siempre serás mi primer amor.

Como te comenté, no pretendo que me quieras de vuelta, no pretendo sacarte cosas en cara, ni pretendo hacerte daño. Lo único que mi corazón desea en este momento es que el tuyo esté en paz. Deseo que tengas gran éxito en tu vida personal, en tus emociones, sentimientos, con tu familia, tus finanzas, tu universidad, etc. Deseo que en tu trabajo siempre dés mas del 100% porqué doy fé de que eres capaz de darlo.

Deseo que esa sonrisa que un día me enamoro nunca se borre de tu rostro. Deseo que en algún momento, esa misma sonrisa pueda enamorar a la persona que te ame tal y como lo necesitas.

Por último, deseo que sepas que en mi corazón no existe odio para contigo ni los tuyos. Deseo que sepas que si he llorado lo nuestro, pero ya hoy celebro haberlo vivido.

Espero lo mejor para tu vida, con esto me despido por completo.