domingo, 7 de julio de 2013

Carta al primer amor.

Esto está lejos de ser una carta de odio. Aquí no pretendo tocar temas de odio, de dinero, de bienes materiales, de familia, de ninguna otra cosa que no sea de la relación que tuvimos tu y yo. Con esto tampoco pretendo buscarte de nuevo o sacarte cosas en cara. Con esta carta lo único que pretendo es hacerle saber lo que siento. Sin mas ni menos.

Me siento de vuelta a las frías montañas bajo un bosque de grandes arboles que de lejos se burlan de mi existencia, de mis sentimientos y de que al fin hubo un valiente que logro poner mis rodillas al suelo e hincarme ante mis sentimientos. Eso, eso me enseñaste.

Me enseñaste a amar, a vivir, a reír de verte tirado en mi cama durmiendo y ver como tus ojos se abrían y tu mirada me enseñaba todo un mundo nuevo cada día. Te extraño tanto, extraño esta etapa de amor en la cual éramos solo dos adolescentes corriendo por la ciudad, viéndonos a los ojos y escondiendo nuestro amor para que solo pudiéramos vivirlo tu y yo.

Yo anhelaba conocer el amor, conocer todo lo que podía hacerme escribir por horas y horas, sin dormir y solo pensar en como te amaba, como me llenaste de vida y mi mundo pintaste de colores. Te agradezco, después de todo lo mucho que me hiciste vivir, las muchas risas y abrazos que me diste cuando creía que ya no podía mas. Te agradezco la valentía que me diste de salir corriendo y ser yo mismo olvidando al mundo. Te agradezco que con amor me vieras cada mañana de esos años y con una sonrisa me hicieras saber que ese día sería genial.

Hoy no tengo idea de donde estás o que pasa por tu mente. Me odias, lo sé. Me amas, también lo sé. Me extrañas, eso espero. Espero que aún recuerdes ese atardecer en la playa la primera vez que escapamos y pausamos el tiempo, el mundo no importaba. Tu sonrisa era para mi todo lo que podía pensar.

 Extraño esos buenos momentos, que al menos en mi mente opacan cualquier situación de dolor que hayamos vivido, aunque sé que por eso escribo esto. Comprendo que hoy vives tu vida lejos de mi ser, pero mi mente aún te piensa, aún te ama y te extraña. Extraño tu calor, tus abrazos, tu amor. Extraño poder verte corriendo conmigo detrás de un niño o envejeciendo a mi lado. Nadie nunca me dijo que ese sentimiento, esa ilusión se borraría en un segundo y poco a poco se volvería un cálido recuerdo lleno de nostalgia.

Extraño decir te amo. Extraño besar con amor. Extraño como sostenías mi cuerpo en tus brazos y como nos sumábamos en amor, sin decir nada, sin pensar nada. Extraño perderme en tu cuerpo. Extraño verte reír, esa sonrisa que cautivaba mis entrañas y que hoy extraño. Extraño tomar tu mano bajo la mesa o entre los asientos del cine. Me enseñaste amar.

No se por qué se complicó todo. No se por qué el destino nos impidió amarnos y simplemente decidimos cumplir su deseo, su capricho. Sé que ya todo es imposible, pero mi corazón dicta que te extraña, simplemente eso. Hoy lo único que he logrado concluir es que hoy y por siempre serás mi primer amor.

Como te comenté, no pretendo que me quieras de vuelta, no pretendo sacarte cosas en cara, ni pretendo hacerte daño. Lo único que mi corazón desea en este momento es que el tuyo esté en paz. Deseo que tengas gran éxito en tu vida personal, en tus emociones, sentimientos, con tu familia, tus finanzas, tu universidad, etc. Deseo que en tu trabajo siempre dés mas del 100% porqué doy fé de que eres capaz de darlo.

Deseo que esa sonrisa que un día me enamoro nunca se borre de tu rostro. Deseo que en algún momento, esa misma sonrisa pueda enamorar a la persona que te ame tal y como lo necesitas.

Por último, deseo que sepas que en mi corazón no existe odio para contigo ni los tuyos. Deseo que sepas que si he llorado lo nuestro, pero ya hoy celebro haberlo vivido.

Espero lo mejor para tu vida, con esto me despido por completo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario