Eres tu.

Me ha costado adaptarme a saber que por poco te pierdo, que por poco volví a inspirarme en la soledad y en la tristeza. Me alarma pensar que volvería a sentir esa inspiración del vacío que me agobiaba antes por no tenerte. Aun me alarma y me aterroriza perderte y, hoy mas que nunca, debo luchar por tu amor.

Tiemblo al pensar que podrías dejarme. Tiemblo al pensar que algún peligro de afuera pueda alejarte de mis brazos. Tiemblo al pensar que no podré amanecer otro día a tu lado. Tiemblo al pensar que si no estuviera contigo me iría a refugiarme en un rincón de la tierra, pero que aun ahí, tu recuerdo invadiría mi mente.

Lo se, muchas veces no lloro. Muchas veces parece que no me importa, que simplemente camino sin pensar en tu dolor pero no, caa vez que callas y dejas de reír, mi corazón se agrieta y las cicatrices invaden el interior.

No se porque por un tiempo se desvaneció la inspiración de mi mente, me desvanecí de la tierra de los vivos y fui un numero mas. No se porque tuve que esperar hasta el caer en mis rodillas a llorar por ti. No se porque la historia casi cambia y me deje guiar ir un guión que ya estaba escrito.

No se porque pero te llore como nunca he llorados nadie, y grite tu nombre hasta que mi corazón se quebró. Al parecer debía sufrir para apreciarte y volver a inspirarme con tan solo tocarte. Al parecer si daría mi vida por ti, si daría mis sueños por los tuyos y doy mis minutos por un segundo tuyo.

Fuiste tu quien con esa sonrisa me conquisto aquel día, que aunque pude correr y huir a nuevos horizontes simplemente decidí compartir la visión mas lejana que tengo contigo. No puedo dejar de pensarte, no puedo dejar de reír con tus recuerdos en mi mente. No puedo dejar de sentir tu calor a mi lado cuando duermo. No puedo dejar de amarte. Espero tu, quien tienes mi corazón en tus manos.